¿Qué son los metadatos y cuál es su utilidad?
¿Por qué Google posiciona una página por delante de las demás? ¿Por qué me impactan anuncios relacionados con lo que busco? ¿Cómo puede ser que mis redes sociales me enseñen casi siempre el contenido que me gusta? La respuesta a todas estas preguntas es la misma: metadatos. Aquí te contamos qué son y cómo puedes sacarles el máximo rendimiento.
Todo lo que hacemos y vemos cuando navegamos por internet, está compuesto por metadatos. Esto quiere decir que, los metadatos vienen siendo como una pequeña descripción del rastro que dejamos en la web y de toda la información que podemos encontrar en ella. Pero, ¿para qué sirven realmente?
Por otro lado, también son claves en todas las búsquedas que hacemos por Internet y en el mundo digital en el que vivimos. Los metadatos son los que permiten, por ejemplo, que un buscador pueda analizar toda la información y mostrarnos los mejores resultados. En otras palabras, recopila ‘más allá’ (del griego meta) de los datos.
Por esta razón, creemos que es importante saber qué son los metadatos exactamente y cuál es su utilidad. ¡Vamos a ello!
¿Qué son los metadatos?
Como su propio nombre indica, los metadatos son ‘los datos que describen otros datos’. Expresan el contenido de una página, la descripción de los usuarios y, parcial o completamente, un objeto, texto, imagen o cualquier conjunto general de datos.
Siendo una parte clave del mundo digital, analizan los elementos invisibles de una página web para que los motores de búsqueda puedan aclarar toda la información. Es decir, gracias a los metadatos, Google puede analizar un sitio en la web para ver qué contenido tiene, así como su importancia.
¿Para qué se utilizan los metadatos?
La primera función de los metadatos es la de facilitar la búsqueda. Hay mucha información en internet y necesita una organización. Pero para eso, antes tiene que haber un análisis. Los metadatos son los recursos electrónicos que almacenan y dan sentido a toda la información para encontrar algo en concreto sin perder el tiempo –y los nervios-.
El segundo uso de los metadatos ya lo hemos mencionado: la organización. Con una óptima gobernanza de los datos nos será mucho más fácil encontrar con eficacia y brevedad todo lo que necesitemos cada vez que naveguemos por Internet.
Otra de sus funciones es la de la gestión de la información entre los usuarios y los emisores de información. Proteger la comunicación entre ambos jugará un papel clave en la experiencia de aquél que busque en Internet. Así como el que necesite responder a las preguntas de ‘qué’, ‘cuándo’, ‘cómo’, ‘quién’ y ‘dónde’.
Y, por último, la seguridad. Los metadatos nos ayudarán a recuperar con facilidad los datos que en ellos se describe, pero también a proteger las informaciones más sensibles haciendo una adecuada gestión de los mismos.
¿Qué tipos de metadatos existen?
Podemos diferenciar entre diferentes tipos de metadatos atendiendo a la siguiente clasificación:
- Según su función: lógicos, simbólicos o subsimbólicos.
- Lógicos: caracterizados por la comprensión, explican de qué manera los datos simbólicos pueden usarse para hacer deducciones de resultados lógicos.
- Simbólicos: detallan los datos subsimbólicos y agregan sentido.
- Subsimbólicos: no contienen ninguna información sobre su significado.
- Según su variabilidad: inmutables o mutables.
- Inmutables: son los datos que no cambian independientemente de la parte del recurso que se pueda ver.
- Mutables: son los datos que se diferencian de los demás e incluso difieren entre sus partes.
- Según su contenido: suelen ser los más comunes. Se producen cuando los metadatos se fraccionan por su contenido, por lo que dan la opción de diferenciar entre los metadatos que detallan el recurso y los que describen el contenido.
Beneficios del uso correcto de los metadatos
Si somos cuidadosos y gestionamos correctamente los metadatos, podemos encontrar muchas ventajas que podrían, por ejemplo, aumentar la longevidad de los datos y evitar su degradación. Gracias a eso podremos en un futuro reutilizar e incluso intercambiar datos con otros fines que nos propongamos a largo plazo.
Mejorando la calidad de nuestros datos, podremos también reducir las incidencias, generando así una fiabilidad que nos permitirá entregar datos mucho más seguros que hayamos podido previamente interpretar, analizar y procesar con mucha mayor facilidad.
Ahora que has descubierto qué son los metadatos y cómo te pueden ayudar a mejorar tu experiencia en Internet, podrás sacarle el máximo rendimiento.