Gracias a la transformación digital, las pymes y autónomos han encontrado nuevas formas de vender sus productos y servicios en el canal online. Un ejemplo son los marketplaces y, si quieres conocer todos los detalles sobre ellos y cómo participar en uno, en este monográfico te enseñamos cómo.
La transformación digital y los avances tecnológicos han introducido nuevas maneras de comunicarnos, de trabajar y nuevas formas de comprar y vender productos y servicios. Los marketplaces son plataformas online en la que cualquier pyme o autónomo puede vender sus productos, es decir, un punto de encuentro entre vendedores y compradores, con la ventaja de no estar limitado a ningún espacio físico ni área geográfica.
Por un lado, un marketplace es una plataforma en línea en el que cualquier pequeña empresa o autónomo tiene la oportunidad de poner sus productos y servicios a la venta. Existen diferentes tipos de marketplaces dependiendo de sus peculiaridades:
- Marketplace On-demand: centrados en la entrega de productos o servicios de manera inmediata para satisfacer una necesidad urgente de los compradores.
- Marketplace Gestionados: ofertan todo tipo de productos de diferentes marcas, generalmente en un modo de venta B2C (“Business to Customer”, por sus siglas en inglés), es decir, de negocio a consumidor.
- Marketplace Comunitarios: aquellos en los que los usuarios finales son tanto los vendedores como los compradores, es decir, se realizan transacciones de igual a igual.
- Marketplace B2B (Business to Business): aquellos dirigidos de empresas a empresas.
Por otro lado, existen numerosos beneficios para los vendedores que deciden empezar a operar en un marketplace existente. Entre ellos se encuentran:
- Mayor exposición y visibilidad.
- Ahorro en publicidad.
- Servirse de la infraestructura tecnológica.
- Datos y análisis.
- Reducción de barreras de entrada.
En el caso de que exista un marketplace que se ajuste a las necesidades requeridas como vendedor, los pasos que se deben seguir para operar en el mismo son los siguientes:
- Seleccionar el marketplace que mejor se adapte a los productos o servicios de la empresa en cuestión.
- Abrir una cuenta en el marketplace.
- Subir el catálogo.
- Mantener un registro actualizado del inventario.
- Establecer los precios.
- Gestionar los pedidos eficientemente.
- Gestionar la logística de los pedidos.
- Proporcionar una adecuada atención al cliente: estar disponible para responder preguntas y resolver problemas de los clientes, proporcionando un servicio de alta calidad.
- Establecer y comunicar claramente las políticas de devolución.
Sin embargo, es posible que, como vendedor, no exista ningún marketplace que se adapte a las necesidades que requiere el negocio. Para ello, es posible crear un marketplace propio. Para conseguir su correcta operativa, debe tener una serie de funcionalidades que se consiguen a través de:
- Plataformas de comercio electrónico especializadas en la creación de marketplaces. Por ejemplo: Izberg, Magento o Mirkl.
- Plataformas de gestión de inventario, que permiten llevar un control de todos los productos, contabilidad o compras, mejorando así la eficiencia de la pyme. Por ejemplo: Odoo, SAP Business One o Microsoft Dynamics 365 Business Central.
- Plataformas de gestión de pagos, es decir, un sistema o software diseñado para facilitar y gestionar las transacciones económicas. Por ejemplo: Stripe, Paypal o Square.
- Gestión de la logística: decidir si es el vendedor que opera en el marketplace el que se encargue de la logística de sus pedidos o si será el gestor del marketplace el encargado de hacerlo.
En definitiva, los marketplaces han crecido de manera significativa en los últimos años, al mismo tiempo que ayudaban a crecer a otras empresas y pueden suponer una gran ayuda para todas las pymes y autónomos. Conocer las distintas plataformas, sus características, saber cómo iniciarse y qué herramientas son necesarias para la gestión adecuada del negocio, son clave para ayudar a crecer y consolidarse a empresas de todos los tamaños.